Sencilla y bella, Tepotzotlán es una comunidad mexiquense que preserva su proyección colonial y además, posee una de las joyas más admirables de la cultura virreinal en nuestro país: el ex convento de novicios de los jesuitas, en el cual, destaca el admirable templo dedicado a San Francisco Javier, mismo que fuera reconocido como monumento nacional en la década de los treinta.
Pero Tepotzotlán tiene mucho más que ofrecer a los turistas y viajeros. Se trata de un pueblo encantador, con calles empedradas, típico mercado y rincones cautivantes por su ambiente provincial. Y si bien Tepotzotlán no se localiza geográficamente muy lejos de la voraz área metropolitana capitalina, ha sabido crearse su propio espacio, de tal modo que quien visita este pueblo mágico, parece transportarse a un lugar hermoso y lejano. Se trata de una opción estupenda para disfrutar de un fin de semana lleno de cultura y tranquilidad.
Qué visitar en Tepotzotlán
Lo primero es conocer el corazón de este pueblo mágico; el ex Convento de San Francisco Javier, cuya fachada ha sido llamada alguna vez “la joya de la corona del arte churrigueresco en México”, debido a sus adornos abundantes y admirables.
Los franciscanos comenzaron una labor evangelizadora en la antigua comunidad otomí de Tepotzotlán y para ello, en 1670, se comenzó la construcción de este notable edificio. Y aunque los trabajos concluyeron en la primera parte del siglo XVIII, en 1760, aun fue modernizada su torre, fachada y algunos retablos de su interior. Este colegio franciscano estuvo activo hasta la expulsión de los jesuitas, acaecida en 1767. Tras un periodo de administración secular, volvió a poder de los jesuitas hasta 1914, cuando estos últimos, finalmente lo abandonaron.
Cuando explores este ex convento, disfruta de el antiguo claustro, denominado “de los Aljibes”, el Claustro de los Naranjos y las admirables cocinas. También valiosos son sus retablos churriguerescos, por ejemplo, el principal, dedicado a San Francisco Javier. Imperdibles de contemplar en este sitio, son algunas pinturas de Miguel Cabrera y la abrumadoramente bella Capilla de Loreto, de argamasa y azulejo.
Además, en este mismo edificio se localiza el Museo Nacional del Virreinato, el segundo recinto histórico-museístico más relevante de México, luego del Museo Nacional de Antropología. Cuenta con una vasta colección de objetos relacionados con el periodo colonial de nuestra nación. De entre lo mucho valioso con lo que cuenta el Museo Nacional del Virreinato, hay que destacar una serie de pinturas realizadas por Cristóbal de Villalpando, que tratan acerca de la vida de San Ignacio de Loyola. También se pueden contemplar trabajos de Juan Correa, Miguel Cabrera y Martín de Vos, entre muchos otros. Te recomendamos ampliamente disfrutar de las piezas en arte plumario, metal, cerámica, marfil, muebles armas y los diversos jardines que se localizan en este noble recinto cultural.
Cómo llegar a Tepotzotlán
Se parte de la Ciudad de México, a través del Anillo Periférico, con rumbo al norte. Luego hay que seguir por la carretera que se vincula con la autopista México-Querétaro, justo hasta la desviación que se localiza en el km 44. Allí se encuentra un camino empedrado que nos lleva hasta el centro de Tepotzotlán.
Información relevante acerca de Tepotzotlán
Además, también es recomendable visitar el Camarín de la Virgen, justo detrás de la capilla del ex Colegio de San Francisco Javier. No hay que perderse su cúpula asombrosa y la decoración que ostenta con figurillas de marfil y espejos.
Año con año, durante las celebraciones decembrinas, en la Hostería del Convento en el Museo Nacional del Virreinato, se llevan a cabo las famosas pastorelas de Tepotzotlán, en donde, además de presenciar un espectáculo pícaro y pintoresco, se pueden cenar deliciosos antojitos mexicanos.
Actividades a realizar en Tepotzotlán
En el marco de un paseo a Tepotzotlán, se puede disfrutar de dos atracciones ecoturísticas muy interesantes: el Centro Ecoturístico y de Educación Ambiental “Arcos del Sitio” -donde se localiza un acueducto monumental del siglo XVII, de cuatro niveles, 43 arcos, 61 metros del altura y 438 metros de longitud- nos permite, por su vasto y bello entorno silvestre, practicar el senderismo, el ciclismo de montaña y la contemplación de bellos paisajes; y el Parque Ecológico Xochitla, recomendable por sus jardines encantadores y muchos espacios para la diversión de los niños. Allí también se realizan diferentes actividades culturales y recreativas.