Desde la lejanía, aparenta ser un sitio desolado, sin embargo, con tan solo cruzar el par de kilómetros que abarca el túnel, para arribar al centro de un pueblo en donde hace tres siglos fue encontrada una vasta mina de plata, la cual atrajo a buscadores de fortuna de todo el país, dispuestos a arriesgarse a un ambiente áspero y peligroso, con tal de hallar grandes tesoros. En ese entonces no había senderos y el abastecimiento de provisiones era complicado. Para 1810, la extracción de plata se consolidó como una de las mayores fuentes de riqueza para nuestro país, y por ende, Real de Catorce vivió una época de gran prosperidad. Sin embargo, la Guerra de Independencia, interrumpió las excavaciones y el pueblo fue abandonado por completo.
Paulatinamente, con el paso de los años, Real de Catorce recuperó su vitalidad y para inicios del siglo XX, de nueva cuenta era un sitio fastuoso y sin duda experimentó su etapa dorada. Paradójicamente, otro conflicto social, en este caso la Revolución Mexicana, alteró por completo la dinámica social y cotidiana del pueblo y de nueva cuenta se quedó vacío.
En la actualidad, Real de Catorce experimenta un tercer periodo muy positivo, aunque en este caso no se relaciona con la minería, sino, más bien, con el turismo. Las históricas construcciones del lugar, su cielo transparente, su pasado minero y las místicas excursiones al desierto del Wirikuta para conocer el mágico ambiente de los huicholes y su peyote, hacen de Real de Catorce un lugar que nadie se debe perder, en el marco de un viaje a San Luis Potosí.
Qué visitar en Real de Catorce
Una buena recomendación inicial, es el Tunel Ogarrio, construido en 1901 y desde entonces, la vía de acceso más importante al pueblo. Desde su aparición, este túnel hizo más fácil el tránsito entre Real de Catorce y las bocaminas de Ave María, Boqueiro, El Refugio y Santa Ana. En uno de sus segmentos, existe una capilla empotrada en la roca, para venerar a la Virgen Dolorosa.
También interesante es la Iglesia de la Purísima Concepción, de estilo neoclásico, construida con cantera y que luce una sencilla fachada. Cabe mencionar que su edificación duró más de 20 años y se completó en 1817. En su interior se celebra a una imagen de San Francisco de Asís, al cual mucha gente se acercó, cuando el esplendor minero de Real de Catorce comenzó a extinguirse.
El Museo Parroquial es otro lugar de obligada visita en este pueblo mágico. Y si bien es un recinto sencillo, cuenta con una valiosa colección de herramientas mineras antiguas. También cuenta con otros objetos de distintos periodos históricos de Real de Catorce.
Un lugar hermoso en este pueblo potosino es el Jardín Hidalgo, el cual, en los mejores momentos del pueblo, sirvió como centro de convivencia social y comercial. El Jardín Hidalgo, en la actualidad, se encuentra rodeado por puestos de comida en donde se venden deliciosos antojitos mexicanos, como las tradicionales gorditas y café de olla.
Cómo llegar a Real de Catorce
Partiendo desde la Ciudad de México, hay que llegar a la ciudad de San Luis Potosí. Luego, desde este punto, se tiene que seguir la carretera 57 que lleva a Saltillo y Monterrey. En Matehuala hay que tomar la desviación con destino a Cedral, Tiburcio y Real de Catorce. Al final, se cruza el Tunel de Ogarro y finalmente se llega al pueblo.
Información relevante acerca de Real de Catorce
En las inmediaciones de Real de Catorce se localiza el área sagrada del pueblo wixárica, es decir, los indígenas huicholes. Hace algunos años, una empresa canadiense adquirió una vasta porción de terreno para reiniciar la explotación minera de la región. Luego de numerosas protestas, en este mismo año 2012, los huicholes lograron que se suspendiera el proyecto y así preservaron la pureza de su lugar mágico.
Actividades a realizar en Real de Catorce
Es recomendable visitar en este pueblo potosino, otros sitios interesantes, como la Plaza de Toros, construida en 1791; el Panteón Capilla de Guadalupe, el cual incluye dos secciones, una en honor de San Francisco y la otra dedicada a la Virgen de Guadalupe, y finalmente, el Palenque, en donde se efectúan peleas de gallos y eventos diversos de corte cultural.